“Como Moisés se cansó, Aarón y Jur lo hicieron sentar sobre una piedra, y colocándose a su lado, le sostenían los brazos. Así, Moisés pudo mantener en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a los amalecitas y acabó con ellos.” // Éxodo 17:13
Hace unos meses, después de unos días intensos, me sentía agotada emocionalmente. No puedo más, pensé. Y justo entonces quedé a cenar con una amiga, una de mis amigas en Cristo. Sin que yo dijera mucho, me escuchó, me animó y me recordó que Dios estaba obrando en medio de todo. Terminé esa quedada improvisada con el corazón más ligero, como si alguien hubiera sostenido mis brazos cansados.
Este pasaje de Éxodo me recuerda que no estamos llamadas a pelear solas. Moisés no venció por su propia fuerza, sino porque Aarón y Jur lo ayudaron a perseverar. Así también nosotras necesitamos a esa comunidad que nos sostiene cuando sentimos que ya no podemos más. Son esas amigas que entienden el lenguaje de tu corazón, que te recuerdan las promesas del Señor, que te impulsan a seguir orando aun cuando tu fe tiembla.
Hoy quiero agradecer a esas amigas de luz que Dios me regala. Son un reflejo de su amor paciente y constante. Gracias, Señor, por la comunidad, por las hermanas que me acompañan y me levantan cuando estoy débil.
¿Quién es esa amiga a quien necesitas agradecer hoy? Escríbele, ora por ella, cuida esa relación. Y pídele al Señor que te haga también una mujer que sostiene los brazos de otras hasta la puesta del sol, para que juntas podamos ver la victoria.
// Arianna Santamaría es de Guayaquil, Ecuador, y vive en Madrid, España junto a su esposo. Aunque creció en una familia mariana y participó desde pequeña en misiones familiares, fue en la Universidad de Miami donde vivió un encuentro más profundo con Dios, gracias a una comunidad católica auténtica, al rosario y al ministerio de llevar la Eucaristía a personas mayores. Hoy, mientras se adapta a una nueva ciudad, a su trabajo en el sector tecnológico y a su vocación de esposa, busca maneras de compartir su fe también en el mundo digital. Le encanta caminar por el parque de El Retiro con su esposo, hacer pilates, viajar y disfrutar en familia. Sus modelos de santidad son los santos esposos José y María y Luis y Celia Martin.