En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas. // Mateo 10:16
Cuando tenía 18 años, mi hermana y yo dejamos la seguridad y protección del hogar de nuestros queridos padres y hermanos y nos mudamos a un pequeño pueblo a unos 80 kilómetros de distancia. Descubrimos una vibrante comunidad cristiana cuyo objetivo era ganar almas para Cristo. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que debíamos tener cuidado en quién confiábamos. Pero permanecimos fieles en el humilde trabajo que se nos encomendó y Dios nos protegió.
Me encanta imaginarme como un corderito bajo el cuidado de mi Buen Pastor. Es totalmente cierto que él me ha cuidado sin falta toda mi vida. Sin embargo, esta imagen verdadera y hermosa no refleja completamente lo que significa ser un verdadero discípulo de Cristo.
Los lobos pueden devorar las ovejas, pero aún así Jesús envía a sus discípulos "como ovejas entre lobos" (Mateo 10:16a). Entonces, ¿cómo puede ser útil su consejo de “ser precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas?” (Mateo 10:16b)
Bueno, las serpientes, sin mostrar ningún temor, se esconden tras rocas o arbustos, donde pueden ver lo que sucede sin exponerse al peligro. Están atentas a los depredadores mientras cuidan sus propias necesidades. Mientras que la humilde inocencia de la paloma no deja lugar a la duplicidad ni a la manipulación.
Hermanas, cuando tomamos en serio el consejo de Jesús a sus discípulos, no tenemos por qué temer ni siquiera a los lobos. Podemos ir adonde Él nos envíe con confianza y sencillez, pero a la vez con discernimiento y sabiduría.
Oremos juntas:
Señor mío y Dios mío, quiero confiar en Ti, incluso cuando me envías como oveja entre lobos. Enséñame, Señor, Tu camino, para que ande en tu verdad, con un corazón sincero y reverenciando Tu nombre. Amén.
// Lani Bogart era una niña pequeña cuando empezó a amar a Jesús. Casada en 1976, fue recibida en plena comunión con la Iglesia católica con su familia el Domingo de Gaudete de 1996. Viven en Houston, Texas donde su familia le brinda una alegría inexpresable y continúa enseñándole la importancia de conocer y amar a Jesús. Lani se deleita con las flores, la música y las risas de familiares y amigos. Puedes leer más en Lanibogart.blog.