“Miren lo que ha hecho por nosotros, denle gracias de todo corazón y con sus obras bendigan el rey eterno. Yo le doy gracias en el país de mi destierro, pues anunció su grandeza a un pueblo pecador”. // Tobías 13,5
En mi trabajo con gente que ha sufrido traumas severos, la transformación que se produce en ellos cuando comienzan a reconocer la realidad de su experiencia bajo la mirada amorosa de Dios es maravillosa. Conocen el profundo dolor de vivir con las consecuencias del pecado en nuestro mundo. Con el corazón roto y aferrándose a la fe en Dios como su última esperanza, se asombran por la sanación que encuentran en unos largos días llenos de lectura de las Escrituras y uniendo sus sufrimientos a los de Cristo.
La compasión tierna de Dios y su deseo de restaurar y sanar me conmueve también. Y cuando somos fieles en las pequeñas cosas que Él nos pide, se deleita en llamarnos a más todavía. Es una verdad incontrovertible que con Dios siempre hay más: más sanación, más amor, más perdón, más redención, más unión, más comunidad, más por descubrir, más por aprender, más por crecer, más, más, más.
Hermana, todos los dones que Dios te ha dado no son sólo para ti. Están destinados a ser compartidos con un mundo dolido, para que ellos también puedan unirse a nosotras en dar gracias a Dios.
Hermana, ¿cómo te está llamando Dios a más en tu vida? ¿A más alabanza? ¿A más alegría? ¿A más virtud? ¿A más sanación? Dedica tiempo hoy a reflexionar sobre cómo puedes responder a Dios, quien siempre desea más para ti.
// Lani Bogart era una niña pequeña cuando empezó a amar a Jesús. Casada en 1976, fue recibida en plena comunión con la Iglesia católica con su familia el Domingo de Gaudete de 1996. Viven en Houston, Texas donde su familia le brinda una alegría inexpresable y continúa enseñándole la importancia de conocer y amar a Jesús. Lani se deleita con las flores, la música y las risas de familiares y amigos. Puedes leer más en Lanibogart.blog.