LECTURAS DE HOY 

Yo nada puedo hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. // Juan 5:30

Jesús realizó milagros, vivió una vida de santidad e impartió enseñanzas que trajeron la verdad a la vida. Permaneció fiel a Su Padre y al Espíritu Santo, plenamente consciente de que estaba en constante comunión con ellos, sabiendo que no podía llevar a cabo Sus obras por sí mismo.

Hermana, ¿alguna vez has intentado hacer algo por tu cuenta, confiando en tu propio entendimiento, sólo para descubrir que el resultado fue infructuoso? Tal vez te sentiste segura en tu decisión, pero al final, el resultado no fue el esperado.

Recientemente me encontré en un lugar similar. Para ser honesta, la vida de este último año ha sido tan buena — tan buena que dejé de invitar al Señor a cada rincón de mi vida. A las decisiones, las oportunidades, las situaciones — porque todo parecía ser bueno, pensaba que podría manejarlo por mi cuenta. Pero en mi ceguera, no vi que, aunque eran cosas buenas, algunas no estaban alineadas con la voluntad de Dios para mí.

"Yo nada puedo hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió." Juan 5:30

Mi postura de corazón ha comenzado a cambiar ahora que me he dado cuenta de que debo invitar a Dios a todos los espacios de mi vida—no sólo cuando las cosas se ponen difíciles o confusas, sino también en los tiempos buenos.

Donde quiera que te encuentres en esta temporada de Cuaresma, querida hermana, te animo a que invites a Jesús a tu vida también. Mantente abierta y vigilante ante las maneras en las que Él te responde — ya sea a través de una oración, una canción, una conversación con alguien o incluso durante un momento de quietud en tu camino a casa. Él siempre está esperando tu invitación, y cuando abres tu corazón a Él, verás cómo Su voluntad da fruto de maneras que nunca imaginaste. No significa conformarse con menos, sino conformarse con mucho más.

// Paulina Cambron es católica de nacimiento, esposa, hija, hermana, madrina, y consejera universitaria pero su título favorito es el de 'hija amada de Cristo'. Nacida y criada en el área de Greater Palm Springs, su relación personal con Dios floreció a los 18 años, cuando participó en su primer retiro para jóvenes. Desde entonces, ha servido en diferentes ministerios de su parroquia, siendo su favorito el trabajo con la juventud. Actualmente, dirige una comunidad de fe de mujeres llamada Devoted to Proverbs 31, y continúa sirviendo al Señor como misionera en retiros del Programa Misionero del Valle en Coachella, CA, donde hombres y mujeres encuentran un encuentro transformador con Dios. La pasión de Paulina radica en ayudar a los demás y compartir la belleza de su fe católica, así como lo que Dios ha obrado en su vida.....todo mientras disfruta de una taza de té. 

Back to blog