LECTURAS DE HOY 

En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones… Recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. // 1 Tesalonicenses 1:2-3

Mudarse a un lugar nuevo nunca es fácil. O por lo menos esa ha sido mi experiencia. Al principio, me sentía abrumada al estar sola en una gran ciudad como Madrid. Pero, poco a poco con el tiempo, fui sintiéndome más cómoda y como en casa. Dios me puso unas amigas católicas y nos conectamos al instante. Y ahora nos reunimos una vez a la semana para compartir un cafecito y la Palabra de Dios. Y nuestra amistad continúa floreciendo alegremente sobre la base sólida de Cristo. 

A veces, como adulta, puede ser muy difícil hacer amigos… o incluso mantener nuestras amistades existentes. Parece que todo el mundo va a tope y, entre todo el bullicio, no hay tiempo para nada. Pero la verdad es que nutrir nuestras amistades es algo muy sano y necesario para nuestro bienestar. Hemos sido creadas para la comunión con los demás, a imagen de la comunión amorosa de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nuestro corazón está hecho para ello.

Y hoy el salmo responsorial nos recuerda que el Señor, además de ser nuestro creador y rey, es nuestro amigo. “El Señor es amigo de su pueblo” (Salmo 149). Sinceramente, me cuesta pensar en Dios así porque me da la sensación de que es poco reverente. Pero nuestro Dios nos invita a una relación con Él que es profunda y amorosa, una que tiene la confianza y cercanía de íntimos amigos. La amistad con Dios es un don, es una incorporación a la vida de Dios mismo.

Hermana, te invito a hacer algo para fortalecer tus amistades. Quizás piensa en ser anfitriona de un Blessed Brunch (Brunch Bendito detalles aquí). Reza por tu comunidad de amigas en Cristo Jesús, incluida la de Proclama Mi Alma. :) ¡Levantémonos las unas a las otras en la oración!

Y sobre todo, te invito a que vuelvas a Cristo como tu amigo más querido. Pasa tiempo con Él en la oración. Ábrele tu corazón. Cuéntale sobre tu día, lo que te hace feliz, tus preocupaciones, tus esperanzas, o tus miedos…. En cualquier momento del día, Cristo está contigo y te quiere.

// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, traductora y profesora, y sobre todo, hija amada de Dios. Originalmente de New Orleans, Louisiana, actualmente está viviendo en Madrid, España. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles. Sus modelos a seguir en la vida son santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesús.

 

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