LECTURAS DE HOY 

“Ahí está tu madre” // Juan 19:27

Hacía tiempo que no me confesaba y me sentía desanimada y atascada. No tenía ganas de rezar, escondiéndome de Él de modo que me hundía incluso más en mi pecado y mi orgullo. 

Al igual que Adán en la primera lectura de hoy, al comer del fruto del árbol prohibido, se dio cuenta por primera vez de su desnudez, y por ello le salió esconderse de Dios. 

“Oí tus pasos en el jardín; y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí…” 

Entonces le dijo Dios, “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?” (Génesis 3:10-11)

Noto el inmenso dolor en la respuesta de Dios hacia la creación que Él hizo bueno, inocente, y feliz pero que se había torcido a raíz del pecado, perdiendo su inocencia alegre de niño. Podemos pensar: “¿Pero cómo pudo Dios permitir que pasara algo así?” Porque tanto amó a sus hijos que les dejó libres. Libres para amarlo o rechazarlo. Gracias al engaño del demonio, entró el pecado original al mundo. 

Y hasta el día de hoy sentimos sus efectos. Cuando nos ponemos por encima de todo, como si fuésemos Dios mismo, podemos decir que nuestra desobediencia va formando pequeños nudos que nos atan interiormente, que nos paralizan y nos duelen, que nos hace separarnos de Él. Dijo San Ireneo, “El nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe, lo desató la Virgen María por su fe” (Adversus Haereses, III, 22, 4).

Así que ánimo, hermanas. Hoy en la Iglesia celebramos cómo en la cruz Jesús nos regaló el gran regalo que es su Madre, ahora nuestra Madre, en esta Memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia. Ella intercede día y noche por nosotras con amor de madre, para llevarnos y guiarnos a su Hijo. Te invito a acercarte a ella, a mirar cómo ama a Jesús, cómo intercede sin cesar por la Iglesia por amor a sus hijos. 

Y si tienes algún nudo que te quita la libertad y te hace esconderte de tu Dios que te ama y sólo quiere que seas feliz, te invito a pedir la intercesión de nuestra Madre, María Desatadora de Nudos a través de esta novena. No hay pecado que no pueda desatar por la intercesión poderosa de nuestra Madre. 

// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, traductora y profesora, y sobre todo, hija amada de Dios. Originalmente de New Orleans, Louisiana, actualmente está viviendo en Madrid, España. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles. Sus modelos a seguir en la vida son santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesús.

 

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