LECTURAS DE HOY 

“Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor

y daré a conocer que su fidelidad es eterna,

pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre

y mi lealtad, más firme que los cielos.” // Salmo 88

Hermana, ¿a veces te sientes como Abraham? ¿Llamada a hacer la voluntad de Dios y a confiar en Su promesa incluso cuando todo en tu vida parece imposible? Yo sí. Intento confiar en la Promesa del Señor, pero a veces siento que he salido de la seguridad de mi patria para hacer la voluntad de Dios y luego todas las circunstancias en mi vida parecen imposibles. A veces sólo veo puertas cerradas. 

Supongo que Abraham y Sara, al esperar una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo a su edad muy avanzada, se sentirían así. A los ojos del mundo, parece una locura tener fe en las promesas de Dios. Parece que ya es demasiado tarde. Parece que estamos esperando “contra toda esperanza” (Romanos 4:18). 

Pero hermanas, Dios es fiel y Su amor para nosotras es firme. Vemos que Él cumple Sus promesas. En efecto, respondió a los deseos del corazón de Abraham en Su gran misericordia y fidelidad. Y por eso, consideramos a Abraham el padre de la fe porque confió en el Señor a pesar de todo. 

En el Evangelio, José, descendiente de Abraham, es llamado a ser el esposo de la Virgen María. Él, al igual que Abraham, estaba llamado a caminar en la fe y a esperar contra toda esperanza. Incluso cuando las cosas se ponían difíciles. Incluso cuando su comprometida, María, estaba esperando un hijo que no era suyo. Pero confió en Dios y Su plan, y se convirtió en el padre terreno de Jesús y guardián de la Sagrada Familia. Cada día de su vida se entregaba a Jesús y a María en la sencillez y el silencio (de hecho, no tenemos ninguna cita directa de San José- más bien hablan sus obras!). 

Hoy en la Iglesia celebramos a San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María. San José es el santo patrón de la Iglesia Universal, bebés no nacidos, familias, padres, inmigrantes, justicia social, carpinteros, aquellos que buscan empleo o casa, y una muerte feliz. 

Hermana, te invito a abandonarte en el regazo amoroso y paternal de San José. Pide su intercesión en tu vida para que Dios te conceda las gracias de la fe, la obediencia, y la esperanza contra toda esperanza. 

// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, y profesora y traductora, y sobre todo, hija amada de Dios. Después de unos años viviendo en España, ha vuelto a sus raíces en New Orleans, Louisiana. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen espresso, y los girasoles, y sus modelos a seguir en la vida incluyen santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesús.

 

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