"De ti, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel,
cuyos orígenes se remontan a tiempos pasados, a los días más antiguos.” // Miqueas 5:2
No soy una de esas personas a quien no les gusta celebrar los cumpleaños–sea el de un familiar, un amigo, o el mio, estoy lista para planificar los detalles y más que nada, reunir a los demás entorno del cumpleañero para celebrar juntos. Lo más bello del día es la alegría de un gozo compartido, un amor común, y un agradecimiento profundo por la vida de esta persona.
Hoy me imagino a nuestro Señor reuniendo a todo el cielo y la tierra para decir, “Cantemosle a mi madre, nació al mundo un dia como hoy”. Celebramos hoy a ella, quien dio a luz al de “los días más antiguos”. Nuestra Madre María tuvo la dicha de llevar en su vientre y traer a la luz del día al Quien mismo creó el día, la luz, y todo lo que hay.
Pero así como la ciudad de Belén era “pequeña entre las aldeas”, la Virgen era una chica sencilla, pequeña, con orígenes humildes y ordinarios. Pero fue de esta pequeña que salió al mundo la bendición más grande–la restauración de la humanidad. Al pensar en el día de hoy sobre el nacimiento de nuestra Madre María, la iglesia nos invita también a darnos cuenta de la magnitud de cada ser humano que nace en este mundo. Cada persona tiene valor, tiene su propósito y misión dada por Dios. Si estamos respirando, ¡es por una razón!
También con Maria celebramos hoy el gozo de haber nacido, de que estamos en este mundo con propósito, amadas y llamadas a una misión especial. Hermana, te invito hoy a que celebres el cumpleaños de nuestra Madre Maria con una amiga o familiar–hagan un bizcocho, vayan a misa, o recen el rosario dándole gracias al Señor por la vida de Maria. Déjense inspirar para celebrar juntos este día especial.
// Rocío Hermes es mamá y ama de casa. Ella nació en la República Dominicana y fue criada en los Estados Unidos. Le apasiona construir comunidad, preparar postres y escribir poesía. Tiene una maestría en Teología y ha vivido como misionera en Etiopía. Después de vivir más de tres años en Alemania, reside ahora en Israel con su esposo alemán y su hijo. Colabora como autora en Blessed Conversations: Dwell. Puedes leer sus reflexiones sobre la vida de fe en graceandmercyblog.com.