LECTURAS DE HOY 

Para obedecer la orden, se fueron de madrugada al templo y ahí se pusieron a enseñar. // Hechos de los Apóstoles 5:21

Cuando entré a mi década de los veinte, aún no sabía cocinar mucho y menos hornear. No sé si te ha pasado lo mismo, pero a veces en casas latinas, las madres prefieren cocinar más que enseñar. O quizás, como yo, no estabas muy interesada en eso y se lo dejabas a las que sabían más. Pero llegó el momento del reto cuando tuve que aprender ambas cosas y lo que más me costaba era seguir las instrucciones. Cuando no seguía las instrucciones – especialmente cuando se trataba de hornear un pastel o galletitas – me quedaba el plato intragable. Cuando seguía las instrucciones, aunque tenía que poner más atención y tomar más tiempo, era mejor el resultado. 

Pienso en esto cuando leo la primera lectura del día de hoy. Los apóstoles encarcelados por la radicalidad de lo que habían pronunciado – la resurrección de Jesucristo y que Él es el Mesías e Hijo de Dios – reciben instrucciones de un ángel. El ángel les abre las puertas de la cárcel y les dice que regresen a predicar– lo mismito que habían hecho para ser detenidos. Ellos tienen que presentarse de nuevo en el templo y “enseñar al pueblo todo lo referente a esta nueva vida” (Hechos 5:20). Los apóstoles reciben una instrucción clara de ir a dar instrucciones sobre la nueva vida en Cristo. Ellos obedecen y nosotros mismos formamos parte de los resultados de su predicación y evangelización. 

Los apóstoles fueron fieles y obedientes al mandato que se les fue dado. Primero por el mismo Jesús antes de su ascensión (véase Mateo 28:19-20) y ahora por el ángel enviado de Dios. Y como se puede resumir todo lo que tiene que ver con esta nueva vida? Pienso que el Evangelio de hoy fue elegido perfectamente para darnos esta respuesta: creer en el amor de Dios – que es más profundo y poderoso de lo que podemos imaginarnos – y de conformar nuestras vidas a Cristo quien vino a las tinieblas para ser luz (Juan 3:19). 

Estamos llamadas, hermanas, a seguir a Cristo, a obedecer sus preceptos y mandamientos, así andaremos en su luz y nosotras también seremos luz en las tinieblas de este mundo. 

// Rocío Hermes es una mamá y ama de casa. Ella nació en la República Dominicana y fue criada en los Estados Unidos. Le apasiona construir comunidad, preparar postres y escribir poesía. Tiene una maestría en Teología y ha vivido como misionera en Etiopía. Después de vivir más de tres años en Alemania, reside ahora en Israel con su esposo alemán y su hijo. Colabora como autora en Blessed Conversations: Dwell. Puedes leer sus reflexiones sobre la vida de fe en graceandmercyblog.com.

 

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