LECTURAS DE HOY 

Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres. // Juan 8:31-32

A veces, es bonito escuchar algo sumamente clarito de Jesús. Me encantan las parábolas, pero hay veces que necesito escuchar algo simple, directo. Así habló Jesús en el Evangelio de hoy. Tenemos primero un ejemplo de fidelidad por Sedrak, Mesak, y Abednego, en la primera lectura, y luego el mandato que dio Jesús a sus discípulos de que sean fieles a su palabra.

Quizás no tendremos una oportunidad como Sedrak, Mesak, y Abednego para mostrar nuestra fidelidad, pero piensa bien… ¿harías lo mismo si estuvieras en la misma situación? Para decirte la verdad, hermana, yo no sé mi respuesta a esa pregunta. 

Pero ¿cuántas oportunidades tenemos día a día para mostrarle al Señor nuestra fidelidad a su palabra? De pronto esas oportunidades se presentan en cosas pequeñas…como criamos a nuestros hijos, no faltando misa los domingos y manteniendo el día como un día de reposo, apartando tiempo en tus días para estar con Dios. Cuando empezamos con estas cosas pequeñas, empezamos a ver el trabajo de Dios en nuestras vidas y veremos que Él ya empieza a darnos más oportunidades para eso—oportunidades más grandes. 

Cuando nos mantenemos fieles a su palabra, conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. Dios ya tiene un plan para tu libertad. Sólo tienes que mantenerte fiel y confiar en Él. Empezando con esas cosas pequeñas, poco a poco empezaremos a sentir menos peso por el mundo. Empezaremos a experimentar la presencia de Dios cada vez más en nuestras vidas. Esa es la libertad. 

Ahora, cierra tus ojos. Reflexiona en tu vida actual. ¿Hay cositas pequeñas que podrías cambiar que te harían más fiel a la palabra de Dios? Pídele al Señor que te revele lo que Él quiere que cambies para liberarte de otro peso del mundo. 

Ven Espíritu Santo. Ayúdame día a día a mantenerme fiel a la palabra de Dios. Guía mis pasos, mi boca, mi mente, para poder llegar más cerca al Señor. Quiero dejar estas cadenas que me atan al mundo. Quiero sentir la libertad que me promete El Señor. Gracias por acompañarme siempre. Amén.

// Jacqueline Sevier es de Tyrone, GA. Es esposa, madre, e hija amada de Dios. Aunque creció en escuelas católicas, no fue hasta finales de su tiempo en universidad que tuvo una conversión de corazón, y empezó a redirigir su vida hacia Dios. Es cantante y canta en el coro de su parroquia, donde conoció a su esposo. Ha aprendido mucho de la comunidad hispana de su parroquia, que apenas empezó a conocer cuando conoció a su esposo. En su tiempo libre, le gusta sentarse en un café tomándose un cafecito, cocinar con su esposo, comer tacos, y cantar.

 

Back to blog