"Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos’’. // Juan 17:26
Es una de esas personas que, cuando estás con él, hay paz y no existen las prisas (de hecho, siempre llega tarde a todo porque cuando atiende a gente, está con ellos el tiempo que necesiten). Te sientes vista, escuchada, amada por Dios. Libre para abrir tu corazón no importa la vergüenza que puedas sentir o el pecado en el que hayas caído.
Es una persona que sabe estar, que tiene una visión iluminada de ver la obra de Dios en los acontecimientos ordinarios de la vida y una sensibilidad para discernir su voluntad. Se dispone a entregarse en lo más sencillo o lo más complicado con corazón de padre y pastor cuando se le necesita porque, sencillamente, Dios lo llama a ello y él obedece.
Al final, un espejo del amor de Dios.
Hablo de mi director espiritual, un sacerdote alegre, dedicado, y fiel que me ha ayudado mucho en mi vida. Me dio los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola y me sigue guiando hasta el día de hoy.
Hoy es la fiesta de San Felipe Neri, un sacerdote que se entregó con gozo y humildad en su vocación sacerdotal, pasando horas a diario confesando y dedicándose al rebaño de Dios, fiel donde Él le llamó. Un sacerdote que supo apreciar ' todo lo que es verdadero y noble' (Filipenses 4:8), especialmente a Jesucristo. Y por eso dijo, “¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan sólo un corazón y éste tan pequeño?”
Demos gracias a Dios por sus sacerdotes, llamados a contemplar la gloria de Dios y reflejar su amor al mundo (vea Juan 17:24-26). Entre las complejidades, persecuciones, y concupiscencia del mundo, es más necesario que nunca apoyar y rezar por nuestros sacerdotes, hermanas. Recemos para que su fe, amor, y fidelidad a Dios no tropiecen.
Hermana, si te sientes un poco perdida en tu vida espiritual, te aconsejo que pidas el acompañamiento de un/a director/a espiritual. Puede ser un sacerdote, un/a laico/a, un/a consagrado/a… simplemente alguien firme en la fe que te pueda ayudar a ponerte de cara a Dios, iluminando los acontecimientos, sufrimientos y bendiciones en tu vida con la luz del Espíritu Santo y ayudándote a discernir la voluntad de Dios para tu vida.
Te invito a rezar conmigo esta oración por nuestros sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes.
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes.
María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Danos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas.
-San Juan María Vianney (cura de Ars)
// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, traductora y profesora, y sobre todo, hija amada de Dios. Originalmente de New Orleans, Louisiana, actualmente está viviendo en Madrid, España. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles. Sus modelos a seguir en la vida son santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesus