“Dónde está tu tesoro, ahí también está tu corazón”. // Mateo 6:21
En un restaurante ruidoso, con 20 miembros de nuestra familia, me acerqué para escuchar lo que dijo mi nieto de cinco años: “Quería almorzar en tu casa”. No le importaba la comida cara ni el ambiente impresionante; su corazón anhelaba la familiaridad de un hogar donde pudiera correr y jugar en cuanto terminara de comer. Apreciaba la familiaridad y la libertad del hogar de su abuela.
“Dónde está tu tesoro, ahí también está tu corazón” (Mateo 6:21). Con estas palabras, Jesús nos enseña que si queremos saber qué nos ha cautivado el corazón, sólo necesitamos ser honestas sobre lo que más apreciamos. ¿Dónde gastamos nuestro tiempo y dinero? ¿Qué nos ocupa el tiempo? ¿Qué es lo que más deseamos? ¿Para qué o para quién trabajamos y vivimos?
Queridas hermanas, como seguidoras de Cristo, nuestro mayor tesoro se encuentra sólo en Él. No en los logros, la educación, ni en ningún bien material, por bueno, verdadero o hermoso que sea. No, ni siquiera en la familia. Sólo Él es el tesoro que anhelan nuestros corazones.
A veces imagino mi corazón envuelto en el Sacratísimo Corazón de Jesús, descansando seguro en su abundante amor y gracia. En esos momentos, mi corazón arde con el fuego de su amor. Pero hay momentos en los que mi corazón se ve distante de Dios, oscuro y frío, temeroso y aislado. Me cuesta creer que soy su hija amada. Pero estos sentimientos no pueden cambiar la verdad de que fui bautizada a una nueva vida en Cristo y que Él lo es todo.
Él nunca nos abandona, hermanas. Recordemos dónde está nuestro verdadero tesoro. Descansemos nuestros corazones en Él.
Hoy, te animo a que abras tu corazón a Jesús y le pidas que te muestre las baratijas que has permitido que ocupen el espacio que Él quiere ocupar en tu corazón. Deja que su amor te envuelva para que no tengas ninguna duda de que Él es tu tesoro y que tú eres suya.
// Lani Bogart era una niña pequeña cuando empezó a amar a Jesús. Casada en 1976, fue recibida en plena comunión con la Iglesia católica con su familia el Domingo de Gaudete de 1996. Viven en Houston, Texas donde su familia le brinda una alegría inexpresable y continúa enseñándole la importancia de conocer y amar a Jesús. Lani se deleita con las flores, la música y las risas de familiares y amigos. Puedes leer más en Lanibogart.blog.