“Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', y los obedecería” // Lucas 17:6
Anhelamos tener más fe, pero a veces nos sentimos pequeñas y cansadas. El Evangelio de Lucas nos recuerda hoy que incluso nuestros actos más pequeños de fe, ofrecidos con amor, son poderosos en las manos de Jesús.
Como mujeres servimos en el hogar, en el trabajo, en nuestras comunidades y en los ministerios. Ya sea que estés criando hijos, cuidando a padres mayores, desarrollando una carrera o simplemente tratando de mantenerte firme en un mundo caótico, el clamor de los apóstoles puede resonar profundamente en tu corazón:
"Señor, auméntanos la fe." (Lucas 17:5)
Jesús no responde con un gran gesto ni con una enseñanza larga, sino con algo sorprendentemente pequeño: una semilla de mostaza. No es el tamaño de nuestra fe lo que mueve montañas, sino la presencia de la fe. Incluso la más pequeña confianza en Dios, si es auténtica, contiene poder divino.
Esa verdad es liberadora, pero también desafiante. No necesitamos tener todo bajo control. No necesitamos una vida de oración perfecta, ni una virtud impecable, ni entenderlo todo. Sólo necesitamos la disposición humilde de creer que Dios puede obrar en nosotras y a través de nosotras.
Pero Jesús no se detiene en la semilla de mostaza. Cambia la imagen de plantar a servir. Al principio, puede parecer duro: habla de siervos que hacen lo que se les manda, sin esperar recompensa ni agradecimiento. Pero esto no se trata de un Dios severo. Se trata de una fe vivida con humildad. La fe verdadera no busca aplausos. No lleva la cuenta de sus buenas obras. Simplemente ama y sirve, porque eso es lo que hace el amor.
Jesús no disminuye nuestro valor—profundiza nuestra perspectiva. Nos recuerda: No necesitas ser extraordinaria ante los ojos del mundo. Solo sé fiel. Tus sacrificios silenciosos, tu bondad invisible, tu persistente “sí” a Dios, día tras día—todo eso importa. Son semillas de mostaza..y el cielo ve cada una de ellas.
Señor, cuando me sienta cansada, recuérdame que Tú me ves, te complaces en mí, y estás conmigo en cada momento oculto. Aumenta mi fe, Señor—semilla por semilla, momento a momento. Amén.
// Paulina Cambron es católica de nacimiento, esposa, hija, hermana, madrina, y consejera universitaria pero su título favorito es el de 'hija amada de Cristo'. Nacida y criada en el área de Greater Palm Springs, su relación personal con Dios floreció a los 18 años, cuando participó en su primer retiro para jóvenes. Desde entonces, ha servido en diferentes ministerios de su parroquia, siendo su favorito el trabajo con la juventud. Actualmente, dirige una comunidad de fe de mujeres llamada Devoted to Proverbs 31, y continúa sirviendo al Señor como misionera en retiros del Programa Misionero del Valle en Coachella, CA, donde hombres y mujeres encuentran un encuentro transformador con Dios. La pasión de Paulina radica en ayudar a los demás y compartir la belleza de su fe católica, así como lo que Dios ha obrado en su vida.....todo mientras disfruta de una taza de té.