“Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor los ha perdonado a ustedes… Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales, y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.” // Colosenses 3:13, 16-17
Mientras rezo con esta Palabra de hoy, siento que el Señor me muestra algo profundo: para agradecer de verdad, primero hay que reconciliarse y perdonar. Es como si me dijese hoy: “Empieza por soltar el rencor, y verás cómo la gratitud florece”. No es un salto directo al agradecimiento; es un camino que pasa primero por el perdón.
Soy muy rencorosa. Intento no pensar en las ofensas, pero sé que ahí está el dolor. Y lo más duro es que me pasa sobre todo con las personas más cercanas: me lo tomo todo muy a pecho. Si Jesús fuera así conmigo… no sé dónde estaría yo. Él, en cambio, me ama con un amor paciente, eterno, sin condiciones.
Hoy reconozco que cuando me alejo de Él, el rencor y el egoísmo crecen, y no soy reflejo de Su amor. Pero cuando camino de su mano, la paz entra y el corazón se abre. Y es entonces cuando puedo dar gracias: por mi familia y amigos, por mi salud, por las oportunidades, por la voz suave con la que Él me habla y me mueve a volver a su camino.
Jesús, Padre y Amigo, enséñame a amar como Tú me amas, porque ahí está la verdadera alegría. Que la gratitud que brote de mi corazón sea fruto de un perdón sincero, para que Tu paz reine siempre en mí.
// Arianna Santamaría es de Guayaquil, Ecuador, y vive en Madrid, España junto a su esposo. Aunque creció en una familia mariana y participó desde pequeña en misiones familiares, fue en la Universidad de Miami donde vivió un encuentro más profundo con Dios, gracias a una comunidad católica auténtica, al rosario y al ministerio de llevar la Eucaristía a personas mayores. Hoy, mientras se adapta a una nueva ciudad, a su trabajo en el sector tecnológico y a su vocación de esposa, busca maneras de compartir su fe también en el mundo digital. Le encanta caminar por el parque de El Retiro con su esposo, hacer pilates, viajar y disfrutar en familia. Sus modelos de santidad son los santos esposos José y María y Luis y Celia Martin.