LECTURAS DE HOY

Los pétalos rosados y blancos caían al suelo mientras los niños se esforzaban por llenar las calles de pétalos para el Rey Eucaristico que iba a pasar. Íbamos en procesión por las calles de mi pequeño pueblo en Nueva Jersey donde la mayoría son hispanohablantes, pero no todos son católicos. Veíamos todo una matriz de expresiones: algunos se arrodillaban, otros hacían la señal de la cruz, y los demás se quedaban con caras sin expresión o de confusión. Quizás pensaban, “¿Qué hacen los católicos?”

Esta es la pregunta que muchos se hacen sobre este gran misterio de nuestra fe que a veces es poco entendido, hasta por nosotras mismas. A veces, como católicas, sólo llenamos los bancos los domingos, sin saber por qué hemos llegado al templo, a quién vamos a ver y con quién entramos en comunión. En las lecturas de hoy, la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesús, vemos una presentación integral cómo la liturgia de los judios da paso a la liturgia de los cristianos. Vemos también cómo el pan es medio ordinario de milagros potentes y la capacidad de Jesucristo de saciar a las multitudes en anticipación de saciarnos con su propio ser. 

Pero, a veces escuchamos estas escrituras mil veces y no caemos en cuenta de la verdad. Cuando Pablo les recuerda a los corintios que Jesús dijo, ”Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía” (1 Corintios 11:24) era para ayudarles a ver la realidad que se desvelaba en su presencia cada Eucaristía. Se reunían en comunidad para honrar y recibir al mismo Cristo de manera milagrosa, misteriosa, simple y a la vez discreta– el pan y vino que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo. 

Hermana, ¿crees que Dios amó tanto al mundo que envió a su Hijo por nosotras y que también permitió que se quedara con nosotras de una manera especial en la Eucaristía? Si aún no lo puedes reconocer en la Eucaristía, pídele de todo corazón que se revele a tu alma. Mientras tanto, ven y traile los pétalos de tu amor y devoción– tu deseo de conocerle más le agrada. 

// Rocío Hermes es mamá y ama de casa. Ella nació en la República Dominicana y fue criada en los Estados Unidos. Le apasiona construir comunidad, preparar postres y escribir poesía. Tiene una maestría en Teología y ha vivido como misionera en Etiopía. Después de vivir más de tres años en Alemania, reside ahora en Israel con su esposo alemán y su hijo. Colabora como autora en Blessed Conversations: Dwell. Puedes leer sus reflexiones sobre la vida de fe en graceandmercyblog.com.

 

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