LECTURAS DE HOY 

“Con nosotros está Dios, el Señor” // Salmo 45


Me sentía frustrada esperando en la cola de confesión. Había llegado pronto, queriendo asegurar el poder confesarme antes de que empezase la misa. Pero había un montón de gente entonces tenía mis dudas de si eso iba a ser posible. Además, mi creciente frustración también se debía a que estaba luchando con un pecado en concreto y mi soberbia me acusaba de ir a la confesión una y otra vez siempre confesando lo mismo. Me sentía resignada. Seguramente el cura estaba harto de escuchar lo mismo todo el rato…. como yo.

Ese día, confesarme no me fue posible y volví a casa… incluso más frustrada. Pero volví al día siguiente y el Señor me concedió confesarme. Experimenté Su perdón y misericordia a través del sacramento de una manera inesperada e inmerecida. Mi frustración conmigo misma y con Dios se convirtió en agradecimiento humilde, reconociendo que la reconciliación es un verdadero regalo de Dios que no me corresponde ni se me debe, sino porque Él quiere curarme, ardientemente. ¡Cuánta misericordia amorosa e infinita derramada!

Al igual que el hombre enfermo en el Evangelio de hoy, podemos sentirnos resignadas en nuestra situación actual de vida, sea una enfermedad física o psicológica que estamos padeciendo o un pecado en concreto con el que estamos luchando. Puede que ya nos hayamos caído en la resignación. Puede que no tengamos a nadie que nos ayude. 

Pero el Señor nos ve, hermana. Él sabe nuestras necesidades. Puede que no recibamos la sanación de la manera en que nos gustaría, pero Él no se olvida de nosotras. Más que nada, Él quiere sanar nuestros corazones, para que estemos unidas a Él, tanto en nuestras alegrías como en nuestros sufrimientos. Puede que incluso no nos quite nunca una cruz concreta en esta vida porque sirve para nuestra salvación.

Hermana, te invito a que humildemente lleves a Jesús tus sufrimientos y dolencias. Pasa tiempo con Él, descansa en Él y ruega por la gracia de confiar en Él incluso cuando pierdes la esperanza y todo parece imposible. Él te ve y te ama sin límites. Quiere curarte. ¿Tú quieres?

// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, traductora y profesora, y sobre todo, hija amada de Dios. Originalmente de New Orleans, Louisiana, actualmente está viviendo en Madrid, España. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles. Sus modelos a seguir en la vida son santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesús. 



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