No sigan engañandose unos a otros; despójense del modo de actuar del viejo yo y revístanse del nuevo yo, el que se va renovando conforme va adquiriendo el conocimiento de Dios, que lo creó a su propia imagen. // Colosenses 3:9 -10
Con todas mis fuerzas, intenté acercarme a Dios. Sin embargo, parecía tan lejano. Iba a la iglesia, leía la biblia, incluso me ofrecí a servir y alimentar a los pobres, pero mi vida de oración carecía de vida y de sentido. No pude conectarme con el corazón con el amor de Dios por mí porque la máscara que me había puesto impidió que me acercara a Él tal como soy. Estaba tratando de darle una versión limpia y perfecta de mí, pero no era genuina.
Hermana, a veces nos ponemos máscaras para protegernos de las críticas o los juicios de otros. Nos protegemos y defendemos en busca de la seguridad. Pero en el fondo nos preguntamos si los demás, incluso nuestros amigos y familia, realmente nos conocieran, ¿todavía nos amarían?
Lo más importante es que Dios ve nuestro corazón. Él no interactúa con la máscara que ponemos. No podemos engañarlo. Él anhela que le presentemos nuestro verdadero yo.
Hermana, te invito a que te quites todas tus máscaras y pretensiones y vengas a Jesús tal como eres. Tienes la certeza de que fuiste creado por amor y para el amor, a imagen y semejanza de Dios. Él te conoce de pies a cabeza y no se ofende ni se inmuta ante tus debilidades ni tu dolor. Te quiere exactamente como eres.
// Lani Bogart era una niña pequeña cuando empezó a amar a Jesús. Casada en 1976, fue recibida en plena comunión con la Iglesia católica con su familia el Domingo de Gaudete de 1996. Viven en Houston, Texas donde su familia le brinda una alegría inexpresable y continúa enseñándole la importancia de conocer y amar a Jesús. Lani se deleita con las flores, la música y las risas de familiares y amigos. Puedes leer más en Lanibogart.blog.