LECTURAS DE HOY 

 "Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?' Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'." // Mateo 20:6-7

“¿Ya pa’ qué?” Este dicho tan común de mi país nos paraliza con desesperanza. Ya se fue el tren, es demasiado tarde. ¿Soltera a los 39? ¿Embarazada a los 40? ¿Pedir perdón después de tantos años cuando todo aparenta estar bien?¿Empezar la universidad ya casada y con hijos? “Deje así, mijita”.

La voz del maligno nos quiere convencer de que es demasiado tarde para todo, especialmente para cambiar nuestros vicios o acercarnos más al Corazón de Jesús. Pero las lecturas de hoy nos llenan de esperanza y rompen la estatua paralizada de nuestra vida. Es hora de dejar de conformarnos con el amor mediocre. Es hora de dejar de amar a medias. Es hora de dejar los pecados que nos quitan la paz y la alegría. 

Hermana, no importa si ya pasó la jornada entera de trabajo. Como el dueño de la viña, Dios tiene la misma recompensa para todos, no importa en cuál momento decidamos amarlo. Su misericordia es infinita, su amor no tiene tiempos. 

“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!”  -San Agustín (Las Confesiones)

Entonces, si estás lista, cierra los ojos y pídele que te muestre: ¿Cuales son esos lugares de tu vida donde ya perdiste la esperanza? 

¿Dónde están esas cosas que piensas que ya no vale la pena cambiar? 

¿Con qué sufrimientos estás cargando con los que piensas que debes lidiar toda tu vida?

Entonces, entrégalos al dulce Corazón de Jesús. 

Jesús, aquí tienes las cosas que me parece demasiado tarde para cambiar. Aquí tienes las cosas que son tan normales en mi vida que hasta pienso que me definen como persona, pero me duelen por dentro. Te las entrego, sé que no es demasiado tarde para Ti. Jesús, dulce y manso de corazón, en Ti confío. Amén.

// Natalia DuTeau fue una joven rebelde a quien Jesús conquistó y le cambió la vida. Ahora es una maestra licenciada convertida en mamá homeschooler. Junto a su esposo Americano, intentan criar a sus 4 hijos bilingües y biculturales transmitiendoles la cultura latina viviendo en el norte de GA. Puedes encontrarla hablando en español mientras hace caminatas por el bosque con sus niños, tomando café (después de todo es colombiana), leyéndole a sus pequeños, bailando, o cantando y tocando la guitarra.

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