"¡La paz les dejo!”
Al leer el Evangelio de hoy, no puedo evitar escuchar estas primeras palabras que nos habló nuestro Papa León XIV. Que emoción sentí al escucharlas, porque repiten las palabras de Jesús a nosotras.
Después de una trayectoria larga, encontrarnos con ese mensaje de paz es un consuelo a nuestra alma. La paz que nos da no es como la paz que nos ofrece el mundo, que es sólo transitoria. La paz que nos da Jesús es una paz sobrenatural que supercede nuestro entendimiento humano. (ver Filipenses 4:7)
Durante una sesión de terapia, me preguntaron cuándo fue la primera vez que sufrí un ataque de ansiedad. Me pude dar cuenta de que, al contestar esa pregunta, han pasado más de 14 años desde ese primer ataque. Ha sido una jornada larga y ardua, llena de muchas lágrimas y sufrimiento. También he tenido temporadas hermosas donde encuentro esa paz que sólo nos la puede dar Jesús. La verdad es que el encontrarme con ansiedad me llevó a buscar a Jesús y acercarme más y más a Él y aprender a sostenerme completamente de Él. El poder confiar y entregarme por completo a la voluntad de Dios sigue siendo la lección más grande y más hermosa de mi vida.
Hermanas, es fácil optar por la paz instantánea que nos suele ofrecer el mundo. Pero esa paz no dura, no importa cuantas veces lo intentemos. Nada nos puede dar la plenitud de paz que sólo Jesús nos ofrece.
Oremos juntas:
Jesús abrázame en Tu plenitud y lléname de Paz. Amén.
// Brenda Pineda reside en el sur de California con sus 3 hijos y su esposo. Es una Health y Life coach certificada. Actualmente por obra del Espíritu Santo trabaja para su Iglesia Parroquial. Sus pasiones incluyen el desarrollo personal y espiritual, la salud holística, y ayudar a los demás a encontrarse con ellos mismos y con Dios. Aparte de pasar tiempo de calidad con su familia (su lenguaje de amor), su pasatiempo favorito es compartir lo que Dios está obrando en la vida con una buena amiga mientras disfrutan una tazita de té.